#Lluvia, #galodotempo y los @encontrosimagem



Myriam Meloni – Important things are said softly



Decidí acudir a los Encontros da Imagem no solo seducida por su oferta expositiva sino también por la extraña y oblicua adoración que siento hacia lo luso. Disfrutar de un fin de semana de fotografía era la excusa perfecta para acercarme a Braga y por fin recorrer sus calles. Así que manos a la obra, dos horas de coche y nos plantamos en Portugal Acompañó todo, la compañía, la música, la ciudad, todo menos la lluvia que nos bautizó en chaparrones casi constantes el sábado y el domingo, pero bueno, al mal tiempo buena cara así que paraguas y al lío. Nos hicimos con un programa del festival, (que por cierto me fascinó, ya que el diseño que envolvía el festival era precioso), y comenzamos a recorrer las exposiciones de fuera a dentro. Es decir, primero nos fuimos hasta el Mosterio de Tibães, al que el festival ofrecía un servicio gratuito de autobús desde el centro, lo cual es genial y muy cómodo ya que el monasterio aunque en un lugar muy bello está para mi gusto demasiado alejado del centro, al igual que el Bom Jesus do Monte, al que fuimos el domingo, ya que a parte de visitarlo en plan turista queríamos ver las dos exposiciones que allí se albergaban. En Tibães visitamos todas las exposiciones que había y fue allí donde descubrí la que se convertiría en una de mis exposiciones estrella en este festival. La exposición en cuestión es Childless de Zuzana Halanova que forma parte de la muestra comisariada por Rui Prata She loves me, she loves me not, muy notoria aunque en mi opinión bastante fría en comparación con la intensidad emocional que demostraba este trabajo de Halanova. La muestra es un canto al sentir y a la sensibilidad, la historia de mujeres sin hijos por una razón o por otra. A mí me conmovió, quizás porque es un tema que me interesa y me afecta especialmente, aunque creo que es imposible no conmoverse ante estas imágenes. Además de este trabajo, me quedo también con “Waiting” de Jana Romanova. En este trabajo se fotografía durmiendo a jóvenes parejas habitantes de San Petersburgo y Moscú que están esperando un hijo. El trabajo no sólo es dulce y tierno, también a veces duro, ya que habla no sólo de la paternidad, sino también de los modos de vida en el presente ruso. Además de estos dos trabajos me gustó reencontrarme con “City of Brides” de Alena Zhandarova, del que ya conocía el precioso libro que lo alberga. De Tibães bajamos al centro solas en el bus, y el amable conductor nos dejó en la puerta de un restaurante que él mismo nos recomendó, (hay que ver que amable es la gente portuguesa), y nos pasamos toda la tarde visitando galerías y tiendas (para que engañarnos). Me gustó e impresionó especialmente GNRation, un espacio rehabilitado recientemente para albergar pop-up stores, talleres culturales, exposiciones y cualquier tipo de evento cultural. De hecho en este lugar tuvieron lugar los visionados para elegir el porfolio Emergentes DST. El edificio es simplemente espectacular, al igual que la exposición de Jakub Karwowski que pudimos ver allí dentro; “Rysa and other stories”. Este trabajo es sin lugar a dudas otro de mis favoritos dentro del festival, ya que las imágenes desprenden una belleza frágil y ligera que evocan sensaciones familiares con las que yo me encontré muy a gusto. Después del deleite en GNRation, pasamos a recorrer algún que otro museo que a parte de merecer visita propia, albergaban alguna que otra exposición, como el Nogueira da Silva, no sin antes parar en prácticamente cada librería de Braga (es lo que tienen los vicios). En este recorrido fuimos a parar al espacio Pedro Remy, a mi entender un lugar fantástico ya que tiene un carácter multidisciplinar, peluquería, galería, cafetería y todo muy bonito, muy cuidado, y como no podía ser de otra manera albergando una exposición muy bonita también. Aquí estaba “Important things are said softly” de Myriam Meloni una historia sobre una madre y sus dos hijos contada desde la implicación y el sentimiento en la que el espectador puede implicarse inmediatamente dada la carga emocional y de belleza que plaga todas las imágenes de la muestra. Otro de mis Top 5 del festival. Por último conseguimos llegar a la escondida galería Emergentes DST, ya que en el programa carecía de número la dirección. Aprovecho para decir que muchas de las fechas y horarios del programa no coincidían con el real, creando un poco de caos en nuestra visita. Un pequeño reproche al festival. En la galería se albergaba el trabajo “Urban Quilombo” de Sebastian Liste y que fue el porfolio galardonado en la edición pasada del festival como mejor portfolio emergente. Desde mi punto de vista el trabajo es excepcional y un documento impactante sobre la realidad de un momento y un lugar que en este caso es la de la vida en Galpao da Araujo Barreto, una fábrica de chocolate abandonada en Salvador de Bahía y como una serie de personas en situación marginal crea una comunidad en la que poder crear un hogar y un proyecto de vida. No sólo me encantó la estética del trabajo con un blanco y negro duro y sucio, sino el tono y la forma en que estaban contados los hechos. Otro trabajo desde mi punto de vista de obligada visita en esta edición del festival. Y entre charcos y salas de exposición transcurrió nuestra visita a una Braga en la que la fotografía honraba a la calle con su presencia y en la que una vez más me sentí fascinada por el encanto y decadencia portugués, lástima que esta vez me encontré con una ciudad más muerta de lo habitual y sin apenas vida nocturna que sino… algún fado sonaría. Así que como dice la canción, menos mal que nos queda Portugal.