El pasado sábado se celebró en Coruña la jornada «De Estudios Abiertos«. La premisa es bien simple, artistas que abren durante unas horas sus estudios al público, pero el resultado es espectacular.
Te coges un mapa y te pones a caminar. Más vale que calces zapato cómodo, porque créeme, va a doler. En el mapa se marcan los 50 estudios que participan y que se distribuyen por toda la ciudad y a los que podrás acudir de 12 a 21 horas para ver, admirar y escuchar.
Sinceramente, creo que el punto débil de esta jornada es el escaso tiempo y la imposibilidad de poder visitar todos los estudios. Desde mi punto de vista, el evento debería extenderse a sábado y domingo. Nosotros a pesar de nuestra decisión y tesón, sólo alcanzamos a visitar 28 de los puntos marcados en el mapa, y eso porque algunos se encontraban en el mismo coworking y en la misma zona. Algunos estudios que querríamos haber visitado, quedaron descartados simplemente por lejanía de la zona de concentración (Monte Alto).
Comenzamos pronto, visitando a primera hora el estudio de Benito Freire (nº 49), cuyo artista invitado era Isra Cubillo. Fue un buen comienzo, ya que este precioso estudio situado en Os Castros, nos enamoró con su terraza y su buen gusto. Las pantallas de led y las proyecciones de Isra creaban un ambiente perfecto junto a las esculturas de Benito. Un placer caballeros. Primera parada, primera tarjeta de visita, primer saludo, primera Estrella Galicia y seguir.
Nuestra siguiente parada fue el estudio de Maribel Valdivieso, con artistas invitados Samuel Ortiz y Fran Souto y avanzar hasta Monte Alto, antes, que ya es hora, unas tapas que el día se promete intenso entre caminata y cerveza y el tiempo apremia.
De camino a Monte Alto nos detuvimos en el estudio 27 perteneciente a Yolanda Dorda. Conocía su obra de alguna exposición, pero he de decir que la fuerza de sus cuadros me volvió a sorprender, así como sus series fotográficas que desconocía por completo.
A partir de aquí ya nos metimos en la gran vorágine de estudios unos cerca de otros. Víctor Mejuto en su estudio (nº 24), tuvo a bien explicarnos su proceso de bocetado y pintado y en el de Xoán Piñón descubrí una imagen que me fascinó y que me sonaba muchísimo, me explicó que era sacada del corto dirigido por Xavier Villaverde «Viuda Gómez» y también todo el proceso que llevo a ella. Un lujo.
Hubo muchas cosas que gustaron y no quisiera enrollarme hablando de los 28 estudios que visité. Destacar algunos como el de el de Emile Gireau y su artista invitado Gus Osuna. El de Ali Ali, del cual conocía su publicación «Suleiman y Salúa» y también el de Jano Múñoz uno de los más espectaculares y que se dejaba querer con su sesión DJ. No conocía la obra de este autor, y la verdad es que me ha generado gran interés.
En XIZ Monte Alto, se acumulaban tanto los visitantes como los artistas, pero también fue uno de los lugares que más me gustó, sobre todo la obra de Pilar Marco. Otro coworking animado e interesante es el de la calle Justicia en el que me interesaron especialmente los collages de Antón López Bazarra.
Muchos amigos quedaron por visitar al final del día. Pero la ciudad y los pies, dan para lo que dan. Cuando dieron las nueve se notaba un ambiente festivo que hizo que se prolongara la apertura de muchos estudios e incluso hubo afterparties. A medida que se acercaba la hora de cierre, los estudios se llenaban de gente, llegando incluso a ser molesto en algún momento, eso sí, mucho más llevadero con los DJ’s y actuaciones que muchos estudios programaron. La verdad, no animarse era muy complicado.
Espero que el año que viene se repita el evento, incluso más veces al año, pues me ha sorprendido para bien, tanto por lo festivo como por lo didáctico. Lo más interesante es ver una ciudad transformada, donde sólo hay portones, encontrar vida y descubrir de primera mano la obra y el autor, pudiendo acceder tanto a la compra como al simple interés por la misma.